domingo, 5 de octubre de 2008

LA ESTUPIDEZ DE LOS QUE MANDAN


Los días felices en que disfrutaba de mi baja por maternidad han llegado a su fin y me ha tocado volver al trabajo. No lo lamento, me he incorporado a mi puesto trabajando media jornada ( cobrando, puntualizo, también la mitad), siempre viene bien, después de tanto tiempo instalada en el minimundo de los biberones, los pañales y demás, volver a charlar con adultos, sentarme delante del ordenador, hacer mi trabajo y poder, después de esas cuatro horas, volver deprisa a casa echando de menos a mi pequeñín.
Después de tanto tiempo cuesta volver a coger el ritmo de trabajo, volver a la rutina de la empresa, a recordar tarifas y procedimientos. Pero han pasado ya dos semanas desde mi aterrizaje y ya lo tengo todo controlado de nuevo.
Sin embargo, mi jefe no debe pensar lo mismo. Desde mi llegada se ha comportado conmigo de una manera muy extraña. No digo que haya dejado de ser amable y correctísimo como es siempre. A lo que me refiero es a que ya no se dirige a mí a la hora de encomendarme ciertas tareas. Me ha convertido en una becaria, que le pasa llamadas, pero que no merece la suficiente confianza como para desempeñar ciertos trabajos de responsabilidad.
Duele, siendo como soy una veterana en mi departamento ver cómo confían en gente más "novata" antes que en mí. El hecho de ser madre me ha cambiado en algunos aspectos. Por ejemplo esta absurda situación me habría disgustado mucho más antes de tener a mi niño, que me espera en cansa y me hace olvidar de inmediato los sinsabores del mundo laboral. Sí, señor, he cambiado, pero sigo teniendo las mismas capacidades para desempeñar mi trabajo, las mismas que tenía antes de ser madre, las mismas que pueda tener un hombre.
Pero el hecho de que sea un hombre quien dirige el cotarro cambia mucho las cosas, aunque sea un yogurín de poco más de 30 años ( sólo uno más que yo). Es una pena que alguien tan joven siga anclado en el machismo de antaño. Para él es como si en la sala de partos me hubieran sacado a mi hijo y ya de paso, el cerebro.

Señor director, he sido madre ¡no me han hecho una lobotomía!

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...